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Así es Hidrobinisa, el primer auto eléctrico mexicano impulsado por hidrógeno

El Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN) presentó el primer automóvil mexicano impulsado por hidrógeno. El vehículo, denominado Hidrobinisa, es fruto de más de 15 años de trabajo científico y representa una alternativa de movilidad limpia, viable y accesible.

El proyecto está encabezado por Omar Solorza Feria, investigador titular del Departamento de Química del Cinvestav y miembro emérito del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII). Solorza explica que este automóvil eléctrico se distingue por su carácter híbrido, ya que combina el uso de hidrógeno, paneles solares y energía generada mediante reacciones químicas.

Más del 80% de los contaminantes provienen de los combustibles fósiles y del autotransporte. Pensar en mejorar este sector implica optimizar las gasolinas o cambiar de fuente energética. Nosotros optamos por el combustible más limpio y con mayor densidad energética disponible: el hidrógeno”, señaló el investigador.


Claudia Sheinbaum presentando el plan de la armadora Olinia.

La presidenta Claudia Sheinbaum promete que antes de que termine su sexenio quedará establecida Olinia, la armadora de vehículos nacional con un portafolio de 3 autos pequeños.


¿Cómo funciona Hidrobinisa, el primer auto mexicano alimentado con hidrógeno?

Hidrobinisa es un vehículo híbrido eléctrico con celda de combustible (FCHEV), tecnología similar a la desarrollada por fabricantes como Toyota, Honda y General Motors. Andrés Rodríguez Castellanos, auxiliar de investigación del Departamento de Química del Cinvestav, detalla que el automóvil incorpora una celda donde ocurre una reacción entre hidrógeno y oxígeno del ambiente, generando energía que se utiliza para cargar un banco de baterías de ion litio.

El Instituto Mexicano del Transporte explica que el hidrógeno se obtiene del agua mediante electrólisis, proceso que requiere la aplicación de energía —eléctrica, térmica o lumínica— para separar los átomos de hidrógeno y oxígeno. “La disponibilidad y el tipo de energía utilizada pueden incidir considerablemente en el costo de producción del hidrógeno”, señala el organismo.

Como resultado de la reacción en la celda, se produce vapor de agua, electricidad y energía térmica. Estas dos últimas se almacenan en las baterías de ion litio, que posteriormente alimentan el motor del vehículo.

Hidrobinisa cuenta con cuatro motores alimentados por hidrógeno, lo que le permite alcanzar una velocidad de 33 kilómetros por hora (km/h). Puede transportar hasta tres personas o una carga de 300 kilogramos, y tiene una autonomía de entre 90 y 100 minutos por cada tanque de 1,200 litros de hidrógeno.

Este desarrollo es el resultado de una línea de investigación iniciada por Solorza Feria en 2007, cuando se presentó ‘Nayá’, el primer prototipo de auto eléctrico del Cinvestav, con velocidad máxima de 25 km/h. En 2015 se lanzó ‘Nayá 2’, una versión mejorada con motor de 2.5 caballos de fuerza, chasis de aluminio y carrocería de fibra de vidrio, lo que redujo significativamente su peso. Tres años más tarde, el centro presentó ‘Sicarú’, la tercera generación de esta línea, que sirvió como base tecnológica para el diseño de Hidrobinisa.

Actualmente, el vehículo opera dentro de las instalaciones del Cinvestav para el transporte de estudiantes y personal. No obstante, se contempla su implementación en sectores como el hotelero y el turístico, especialmente en destinos clave del país, donde podría convertirse en una opción de movilidad sustentable.