
Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), el mayor productor de chips a nivel mundial, parece haber cedido ante las presiones de la administración federal de Estados Unidos. Tras ser amenazada con un arancel del 100%, la compañía taiwanesa ha decidido duplicar sus inversiones en territorio estadounidense para construir nuevas plantas de fabricación, según anunció esta semana el presidente Donald Trump.
Después de jurar su segundo mandato presidencial, Trump advirtió que analizaba la imposición de un gravamen de hasta el 100% a todos los microprocesadores producidos en Taiwán. “En un futuro muy cercano, vamos a aplicar aranceles a la producción extranjera de chips y semiconductores para devolver la manufactura de estos bienes esenciales a Estados Unidos. [Estos fabricantes] nos abandonaron y se trasladaron a Taiwán”, declaró en ese momento.
La medida afectaría a todos los fabricantes establecidos en la isla, la cual concentra el 60% de la producción mundial de semiconductores y es responsable del 90% de los chips más avanzados, esenciales para el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial (IA).
Expertos consideran que, en el fondo, la propuesta busca frenar el crecimiento de TSMC, que actualmente posee una cuota del 54% en el mercado global de chips. La compañía es uno de los principales proveedores para firmas estadounidenses como Apple, Qualcomm, AMD y Nvidia.
Desde finales de 2024, TSMC opera una planta en Phoenix, Arizona, que emplea a más de 3,000 personas. Este complejo, que abarca más de 445 hectáreas, se dedica a la producción de chips de 4 nanómetros (nm), aunque se prevé que pronto inicie la fabricación a gran escala de circuitos integrados de 5 nm bajo el nodo litográfico N4.
TSMC duplica su inversión en EE UU, según Trump
El mes pasado, durante un evento en la Casa Blanca, la compañía anunció una inversión inicial de 100,000 millones de dólares para incrementar su producción en Estados Unidos, tras las amenazas de la administración Trump. Esta semana, el presidente reveló que dicha inversión ha sido duplicada.
“TSMC, la mayor empresa de chips del mundo, está gastando 200,000 millones de dólares en Arizona para construir una de las fábricas más grandes del planeta. No tuve que darles dinero. Solo les dije: ‘Si no construyen su planta aquí, pagarán un impuesto muy alto’”, afirmó Trump durante un evento del Comité Nacional Republicano del Congreso.
En esa misma ocasión, el presidente reiteró sus críticas a la Ley CHIPS y Ciencia, legislación impulsada durante el gobierno de Joe Biden que contempla al menos 52,000 millones de dólares en fondos públicos para fortalecer la industria de semiconductores en Estados Unidos. “Estas compañías tienen dinero de sobra. Les entregan miles de millones para construir una planta aquí, y aún así no lo hacen”, acusó.
En el marco de esta ley, TSMC recibió el año pasado 6,600 millones de dólares en subvenciones tras comprometerse a invertir alrededor de 65,000 millones hasta 2030. Sin embargo, Trump afirmó este martes que la empresa acordó aumentar esa cifra a 165,000 millones de dólares en un plazo aún no definido.
El plan original de TSMC incluía la construcción de cuatro módulos de producción en su planta Fab 21, ubicada en las cercanías de Phoenix. El nuevo esquema contempla módulos adicionales para la fabricación de chips, dos instalaciones destinadas al empaquetado avanzado y un centro de investigación y desarrollo en suelo estadounidense.
Según estimaciones de Fortune Business Insights, el mercado global de semiconductores alcanzó un valor de 681,050 millones de dólares en 2024. Se proyecta que esta cifra ascenderá a 2,062 millones para 2032, impulsada por la creciente demanda de la industria de la IA. Las medidas impulsadas por la administración Trump buscan reducir la dependencia de Asia en este sector, actualmente dominante en términos de capacidad productiva.