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Esta startup quiere mejorar el acento de los call centers. No es una buena idea

Suena el teléfono, aparece un número desconocido y el temor es inmediato: se trata de un centro de llamadas. No solo hay respuestas automatizadas; a menudo, quien llama tiene un acento que complica la comprensión del mensaje. Krisp, una startup especializada en soluciones de audio, presenta una IA capaz de cambiar los acentos en tiempo real, redefiniendo la forma en que interactuamos con los operadores.

Fundada en 2017 en Ereván, Armenia, el objetivo principal de la compañía es hacer que los trabajadores indios suenen más inteligibles en los mercados de habla inglesa. Un avance que promete comunicaciones más eficaces, pero que también trae consigo dilemas sobre la autenticidad y los posibles abusos.


Ilustración de un director al frente de una orquesta de robots

En esta entrega de PROMPTING nos sumergimos en el futuro inminente de la programación con IA.


La historia de Krisp

La idea de Artavazd Minasyan y Davit Baghdasaryan al fundar Krisp era profundizar en el aprendizaje automático aplicado a la cancelación de ruidos ambientales. En 2017, con la empresa constituida, comenzaron a hacerse un nombre; consiguieron financiación millonaria para cada una de las funciones que ofertaba la compañía a sus usuarios: transcripción de llamadas, síntesis de reuniones, etc.

Krisp trabaja con todas las configuraciones de hardware y aplicaciones de audio compatibles con la comunicación de voz digital. Hasta la fecha, ha transcrito más de 50 millones de llamadas y procesa más de 75,000 millones de minutos de conversaciones de voz al mes.

Recientemente, la startup introdujo una función diseñada para transformar el acento indio al inglés y hacerlo más claro en los mercados de habla inglesa, preservando la voz del hablante. El sistema, que está disponible en versión beta en la aplicación de escritorio, sustituye los fonemas característicos de un acento por otros, sin necesidad de entrenamiento previo. “Mucha gente no entiende mi acento, aunque hablo bien inglés“, afirma Minasyan, cofundador de Krisp. Tras dos años de desarrollo, las pruebas en entornos corporativos mostraron un aumento del 26.1% en las tasas de conversión de ventas y del 14.8% en los ingresos por reservas.

Las ventajas son evidentes para las empresas: una comunicación más fluida puede impulsar las ventas, además de mejorar la experiencia del cliente al incitarle a inscribirse o realizar una compra. La compañía entrenó a su modelo con miles de muestras de voz que incluían diferentes acentos y dialectos. Minasyan explica que otra ventaja de la herramienta es que no necesita entrenar previamente la voz del usuario, ya que crea un perfil para el hablante en tiempo real.


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Amazon Nova Sonic puede adaptar sus respuestas tanto al contexto acústico como a las características sonoras de las voces entrantes.


Los problemas de una voz de IA

Sin embargo, durante las pruebas realizadas por un periodista del sitio web TechCrunch, la voz procesada sonaba poco natural, con algunas palabras perdidas. Krisp atribuye estos defectos a la fase beta, asegurando futuras mejoras con un modelo entrenado con miles de muestras de voz. Un aspecto poco discutido es la ética detrás de la herramienta basada en IA. Cambiar el acento conlleva el riesgo de perpetuar estereotipos lingüísticos y hacer que las interacciones pierdan autenticidad. Además, en una época de estafas telefónicas cada vez más frecuentes, una voz artificialmente familiar podría ser mal utilizada.

Krisp no es la única que explora este campo. La startup Sanas, respaldada por Google Ventures, ya ha implantado tecnologías similares a gran escala. El sector de la IA por voz está creciendo rápidamente, y Krisp planea aplicaciones para iOS y Android para finales de 2025, así como una extensión de Chrome para Google Meet. Inicialmente, se centra en los acentos indios, dada su presencia en los centros de llamadas globales, pero se prevén ampliaciones, como para los acentos filipinos.

La tecnología de Krisp representa un paso adelante en la integración de la IA en la vida cotidiana, pero también plantea una cuestión crucial: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a sacrificar la autenticidad? Por ahora, la beta de Krisp es un experimento fascinante, pero su éxito dependerá de su capacidad para equilibrar innovación y responsabilidad.

Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.