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México y EE UU necesitan cooperación, no aranceles, advierte Coparmex

La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha advertido que los aranceles estadounidenses a los vehículos fabricados fuera de Estados Unidos encarecerán los precios, reducirán la competitividad del sector y pondrán en riesgo miles de empleos en la región. El sindicato enfatiza que el Gobierno de México debe actuar con firmeza para proteger los intereses nacionales, exigir el cumplimiento de los acuerdos económicos y establecer nuevas alianzas comerciales.

Con el argumento de proteger a la industria estadounidense, Donald Trump firmó esta semana un decreto que impone un arancel del 25% a los automóviles de pasajeros, camiones ligeros y autopartes importados. “Vamos a cobrar a los países por hacer negocios en nuestro territorio y por llevarse nuestros empleos y nuestra riqueza. Iniciaremos con una tarifa del 2.5%, que es la actual, y la aumentaremos hasta el 25%”, declaró el mandatario. La medida entrará en vigor el próximo 3 de abril.


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Las importaciones conjuntas de autos procedentes de miembros de la Unión Europea tienen un valor cercano a los 44,064 millones de dólares, cifra que solo sería superada por las exportaciones mexicanas.


La Casa Blanca informó que, en virtud del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), los automóviles fabricados en México y Canadá podrán certificar su contenido estadounidense para acceder a un trato preferencial, lo que permitirá que el arancel del 25% solo se aplique a los componentes que no sean de origen estadounidense. Mientras tanto, las autopartes que cumplan con los criterios del tratado quedarán exentas del gravamen hasta que el Departamento de Comercio de Estados Unidos establezca un mecanismo para gravar su contenido no estadounidense.

A pesar de esta concesión, los especialistas advierten que la economía podría entrar en recesión si los aranceles del 25% a las importaciones desde México que no cumplen con el T-MEC se mantienen durante el resto del año, y si la misma tarifa se aplica a los vehículos nuevos, al transporte de carga y a las autopartes fuera de las disposiciones del tratado.

La Coparmex prevé que la imposición de estos aranceles no solo afectará las exportaciones nacionales, sino que también elevará los costos para los consumidores estadounidenses, lo que podría reducir la demanda y desestabilizar el sector automotriz.

“La incertidumbre generada afecta la confianza de los inversionistas y obstaculiza el crecimiento económico en ambos países. La industria automotriz es un pilar fundamental de la economía mexicana y su competitividad no puede verse comprometida por decisiones arbitrarias. Es necesario implementar una estrategia clara que otorgue certidumbre a las empresas y garantice condiciones de competencia justa”, declaró la organización empresarial.

México es el principal proveedor de automóviles para Estados Unidos y desempeña un papel clave en su cadena de suministro. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2024 los distribuidores mexicanos exportaron aproximadamente 3.5 millones de automóviles ligeros, de los cuales, el 80% se envió al mercado estadounidense.

La respuesta esperada por parte del Gobierno de Sheinbaum

Coparmex también subrayó que las autoridades mexicanas deben defender con determinación los intereses nacionales. “Es esencial exigir el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el marco del T-MEC y buscar mecanismos para mitigar las afectaciones derivadas de estos aranceles. No podemos depender de la voluntad de un solo país para garantizar el crecimiento de nuestra economía. Es prioritario fortalecer el mercado interno y diversificar nuestras exportaciones para reducir la vulnerabilidad frente a medidas proteccionistas“, afirmó la organización.

Durante su conferencia matutina de este jueves, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció que su gobierno trabaja en una respuesta coordinada ante las nuevas tarifas impuestas a los automóviles, el acero y el aluminio, así como ante los aranceles recíprocos que Donald Trump planea establecer.

“El 3 de abril presentaremos una respuesta integral sobre las medidas que adoptaremos frente a esta situación. Esto no implica cerrar la puerta al trabajo conjunto con Estados Unidos. Siempre protegeremos a México, los empleos que aquí se generan y a nuestras empresas”, aseguró la mandataria.

Por su parte, el titular de la Secretaría de Economía, Marcelo Ebrard, detalló tres avances en las negociaciones entre la comitiva mexicana y las autoridades comerciales estadounidenses. En primer lugar, reiteró que los vehículos ensamblados en México recibirán concesiones en el arancel en función del porcentaje de contenido estadounidense que incorporen. Además, informó sobre la creación de una mesa de trabajo para proteger a la industria de autopartes, considerada clave en la cadena de producción de Estados Unidos. Finalmente, confirmó un acuerdo para evitar la imposición múltiple de aranceles a los componentes que cruzan repetidamente la frontera durante el proceso de manufactura.

La Coparmex enfatizó la necesidad de una “política exterior firme y proactiva” para promover la estabilidad y el crecimiento del país. “El futuro de México no puede estar supeditado a decisiones unilaterales que atenten contra nuestra economía”, concluyó la organización.