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La entrada de Musk a la política le ha costado 100,000 millones de dólares

No todos los negocios de Elon Musk brillan de la misma forma. Mientras Tesla se desplomaba en la bolsa arrastrando consigo 100,000 millones de dólares de la fortuna personal de su fundador, sus otros negocios como SpaceX, Starlink y X dan muestras de una sorprendente resistencia en un momento de grandes turbulencias.

De acuerdo con el periódico italiano Corriere della Sera, desde principios de enero, el magnate perdió 96,500 millones. Por otro lado, el índice de multimillonarios de Bloomberg actualizado el 5 de marzo, confirmó el desplome del 33% de las acciones de Tesla, de las que posee el 13%. Esta fuerte caída golpea al empresario sudafricano en un momento de fuerte exposición política, coincidiendo con su nombramiento a la cabeza del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Pese a la pérdida, Musk conserva con firmeza el título de hombre más rico del planeta, con un patrimonio estimado de 336,000 millones de dólares; más de 100,000 millones por delante del fundador de Meta Mark Zuckerberg, cuyo patrimonio personal asciende a 226,000 millones.


Una imagen de cintura para abajo de un hombre de negocios con una maleta con dinero a sus pies.

Los ingenieros y ejecutivos del llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental cobran sustanciosos sueldos de los contribuyentes, a veces de los mismos organismos que recortan.


Las causas de la crisis

En un par de meses, Tesla experimentó un brusco cambio de escenario. En noviembre, tras la victoria electoral de Trump, las acciones subieron un 40% en Wall Street. Pero la situación volvió a cambiar: con un descenso de ventas en Europa, donde el fabricante de vehículos eléctricos (VE) registró una caída del 45%, mientras que el mercado global de VE crecía un 15%.

Según los analistas, otra razón de peso es la progresiva salida de Musk de la dirección operativa de la compañía, dada su creciente implicación en la política. Además, su apoyo al partido Alternativa para Alemania (AfD) ha afectado negativamente la percepción de la marca en el mismo país donde Tesla puso en marcha una gigafábrica. Su apoyo a la administración Trump también plantea dudas entre los estadounidenses sobre el tratamiento de posibles conflictos de intereses.

A pesar de los números, Musk mantiene una actitud optimista. El plan de la compañía para los próximos años es limpiar su nombre a través de nuevas innovaciones: desde el desarrollo de vehículos autoconducidos, hasta el lanzamiento del nuevo Model 2 de 25,000 dólares previsto para este año. No obstante, los plazos de estos proyectos podrían alargarse a medida que avance la competencia en el sector automovilístico. Mientras tanto, fabricantes chinos como BYD y europeos como Volkswagen están cerrando la brecha tecnológica con modelos que ofrecen mayor autonomía a menor costo.


Un auto eléctrico enchufado a un cargador.

El gobierno estadounidense ordenó a los estados que se retracten de sus planes de construir cientos de estaciones de carga de autos eléctricos financiadas con fondos federales, según unas nota obtenida por WIRED.


Los otros negocios de Musk

En contraste con las dificultades de Tesla, Space X goza de excelente cifras, logrando reforzar su posición en el sector aeroespacial. La empresa no cotiza en bolsa, por lo que es más difícil conocer su valor exacto; no obstante, las últimas estimaciones disponibles calcularon un aumento de 210,000 a 350,000 millones de dólares gracias a nuevas inversiones.

Su filial Starlink, una red de satélites de comunicaciones, también está recibiendo cada vez más proyectos y licitaciones. The Washington Post reportó que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), el organismo estadounidense que supervisa la aviación civil, está considerando retirar un contrato de 2,400 millones de dólares a Verizon, una de las mayores empresas de telecomunicaciones de EE UU, y dárselo a SpaceX. De concretarse, este acuerdo podría consolidar aún más la posición de Starlink en las comunicaciones estratégicas por satélite.

La red social X también muestra signos de recuperación. Tras un período difícil en el que su valoración cayó a los 15,000 millones de dólares en 2023, el éxito derivado de la campaña de Trump y la cercanía de Musk al presidente republicano parecen haber revitalizado la plataforma. Según fuentes recopiladas por Bloomberg, X está en conversaciones para recaudar fondos con una valoración de 44,000 millones de dólares, equivalente a la cantidad que Musk pagó por adquirirla. Paralelamente, la empresa de inteligencia artificial de Musk, xAI, está negociando una nueva financiación de 10,000 millones de dólares que podría casi duplicar su valoración de 40,000 a 75,000 millones de dólares.

Artículo publicado originalmente en WIRED Italia, adaptado por Alondra Flores.