En el cuarto trimestre fiscal de 2024, Advanced Micro Devices (AMD), uno de los principales fabricantes de microprocesadores del mundo y rival histórico de Intel, superó a la compañía con sede en Santa Clara por primera vez en el área de chips para grandes centros de datos con ingresos interanuales que crecieron un 69% a 3,860 millones de dólares frente a los 3,400 millones de dólares de su rival.

La noticia, desde la “jubilación” del antiguo CEO Pat Gelsinger, ha indicado la profunda crisis en la que se encuentra inmersa la empresa, que también anunció una reducción del 15% de su plantilla y una pausa en la construcción de nuevas fábricas en Europa como parte de su plan de recuperación ante unas pérdidas totales de 16,000 millones de dólares en el último trimestre.


Foxconn Nvidia México

El plan de expansión de Foxconn en México facilitaría el cumplimiento de las promesas comerciales de Nvidia.


La era Gelsinger en Intel

Gelsinger comenzó su carrera en Intel en los años 80, destacando como jefe arquitecto del procesador Intel 80486 de cuarta generación, lanzado en 1989. En 2001 se convirtió en director de tecnología, contribuyendo al desarrollo de tecnologías clave como Wi-Fi, USB y las familias de procesadores Intel Core y Xeon. Tras dejar la empresa durante unos años en 2009, fue llamado de nuevo como CEO en 2021, con la tarea específica de estabilizar la empresa y relanzarla tras un período difícil.

Durante su mandato, trazó ambiciosos planes de inversión y construcción de nuevas instalaciones de producción, con el objetivo de alcanzar a los competidores asiáticos, en particular Taiwan Semiconductor Manufacturing Company Limited (TSMC, por sus siglas en inglés) y Samsung. Entre sus iniciativas figuraba presionar al Congreso de EE UU para que subsidiara la producción nacional de chips. Gracias a la Ley de Chips, el Departamento de Comercio asignó a Intel hasta 7,860 millones de dólares para promover la producción de semiconductores.

A pesar de los constantes esfuerzos, Gelsinger no consiguió sus objetivos: los resultados de la empresa fueron decepcionantes, con una caída del 25% de los ingresos procedentes de los chips para PC en 2022 y una pérdida de cuota de mercado en los centros de datos a favor de Advanced Micro Devices (AMD, por sus siglas en inglés), un importante competidor estadounidense. Según Bloomberg, la situación llevó a CEO a una encrucijada: irse o ser echado. Gelsinger por fin dimitió al cargo y fue sustituido por David Zinsner, antiguo director financiero.


Patrick Gelsinger, CEO de Intel, en el foro tecnológico Intel Innovation Taipei

En entrevista para WIRED, Pat Gelsinger asegura que la inversión renovada de Intel en tecnología de vanguardia para la fabricación de chips de IA les permitirá convertirse en uno de los principales proveedores. Microsoft ya es su principal cliente.


El posible futuro de Intel

Según informan el Wall Street Journal y Bloomberg, el presidente Donald Trump pidió a la empresa taiwanesa TSMC, productora de la serie M de todos los dispositivos de Apple, que invierta en una empresa conjunta con Intel para sus actividades de fundición, un término utilizado en el sector de los semiconductores para referirse a las plantas individuales de producción de microchips.

Aunque el futuro de Intel es incierto, los especialistas consideran “lógico” el rumor sobre la medida de Trump, al menos desde un punto de vista geopolítico; EE UU está tratando de asegurar su propia capacidad de producción de microchips de última generación y no depender de TSMC. Sin embargo, ¿Intel podría salvarse con dinero de la compañía taiwanesa? En realidad, la empresa no haría una adquisición, sino una inversión, considerando que Intel tiene una docena de centros de producción de procesadores y memorias tanto en Europa como en EE UU.

Otros actores también están interesados en comprar divisiones individuales, como el fondo Silver Lake, que según otros rumores está cerca de concretar la compra de una participación mayoritaria en Altera, una división de Intel que diseña chips para redes de telecomunicaciones, que la compañía de Santa Clara compró en 2015 por alrededor de 17,000 millones de dólares.

Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.