

Comienza en Washington el juicio de la Comisión Federal de Comercio de EE UU (FTC) contra Meta, mientras la gigante tecnológica lucha por evitar la escisión de Instagram y WhatsApp. La FTC alega que Meta adquirió ilegalmente las dos startups con la intención de suprimir la competencia.
En 2012, Meta (entonces Facebook) compró Instagram por 1,000 millones de dólares. Unos dos años después, la empresa se hizo con la herramienta de chat WhatsApp por unos 22,000 millones de dólares.
La FTC, una de las agencias antimonopolio del país, quiere que el juez James Boasberg responsabilice a la gigante tecnológica de la ejecución de estos grandes acuerdos para mantener ilegalmente el monopolio de las redes sociales. Ha pedido a Boasberg que restablezca la competencia ordenando a Meta que venda sus preciados activos. Una victoria del gobierno podría disuadir a las grandes empresas tecnológicas de adquirir nuevas empresas en el futuro, cortando así una fuente clave de innovación y rentabilidad para los inversores de capital de riesgo.
El juicio inicial podría durar hasta 37 días y concluir a principios de julio. Si fuera necesario, se celebraría otro juicio para decidir las sanciones, probablemente el año que viene. Las apelaciones de cualquier sentencia podrían tardar otros años en resolverse. Así pues, WhatsApp e Instagram no saldrán a la venta a corto plazo. Pero la posibilidad de perder dos propiedades valiosas ayuda a explicar por qué Mark Zuckerberg ha estado explorando un acuerdo de última hora con el presidente Donald Trump y funcionarios de la Casa Blanca para evitar una pelea en los tribunales. Hasta ahora, esos esfuerzos parecen infructuosos.
Esto es lo que cabe esperar del inicio del juicio.
¿Qué alega la FTC?
En primer lugar, la FTC debe demostrar que Facebook tiene un monopolio de larga duración en “la prestación de servicios de redes sociales personales en los EE UU”, según su demanda. La categoría que supuestamente monopoliza Facebook incluye servicios como Snapchat y el poco conocido MeWe, pero excluye notablemente YouTube, TikTok y otras plataformas que la FTC cree que son más para ver videos de creadores que para seguir a familiares y amigos. De 2012 a 2020, Facebook acaparó más del 80% del tiempo de los usuarios al año dentro de este mercado estrechamente definido.
En segundo lugar, debe demostrar que las adquisiciones perjudicaron a la competencia en el mercado de las redes sociales. Según la demanda, en la época en que se iniciaron las conversaciones para la compra de Instagram y WhatsApp, Facebook temía las amenazas que las nuevas aplicaciones suponían para su monopolio. Citando correos electrónicos entre Zuckerberg y otros ejecutivos de la empresa, como el de Zuckerberg, que escribió una vez que “es mejor comprar que competir”, la FTC alega que la empresa decidió comprar competidores incipientes para ganar más tiempo para diseñar su propia estrategia de desarrollo de aplicaciones. “Incapaces de mantener su monopolio compitiendo lealmente, los ejecutivos de la compañía abordaron la amenaza existencial comprando nuevos innovadores que estaban triunfando donde Facebook fracasó”, alega la demanda.
La FTC afirma que, tras comprar Instagram y WhatsApp, Facebook tenía menos aplicaciones pisándole los talones y se salía con la suya proporcionando menos privacidad de datos a los usuarios y servicios más caros y con más errores a los anunciantes. Los acuerdos también enviaron un mensaje a los competidores: las empresas que intentaran vencer a Facebook de forma independiente no llegarían muy lejos, argumenta la FTC. Esto ahogó aún más la competencia, según la demanda.
¿Qué quiere la FTC?
La Comisión quiere que se restablezca la competencia, incluso posiblemente haciendo que Meta se desprenda de Instagram y WhatsApp. Eso podría ser desastroso para Meta, que depende de Instagram para una parte significativa de sus ingresos por publicidad (se estima que un 50% o más en los EE UU). Otras medidas podrían incluir el bloqueo de acuerdos similares en el futuro.
¿Cuál es la defensa de Meta?
El principal argumento de la empresa es que la Comisión está definiendo el mercado de forma demasiado restrictiva. Meta argumenta que una serie de aplicaciones sociales, como TikTok y YouTube, son en gran medida competidoras de Facebook. Si se añaden a la mezcla, Facebook ya no puede considerarse un monopolio, afirma la compañía.
En caso de que este argumento no se traduzca en una victoria inmediata para Meta, su otro argumento clave es que la FTC no ha podido demostrar que los consumidores y los anunciantes estén en peor situación debido a que la empresa es propietaria de Instagram y WhatsApp, lo que considera un requisito para el caso de la FTC. Meta ha dicho que las apps no habrían tenido el éxito que tienen hoy sin su administración. “La FTC debe demostrar que los consumidores habrían tenido más (o mejores) opciones antes sin las adquisiciones”, escribieron los abogados de la compañía en documentos judiciales la semana pasada. “Meta afirma respetuosamente que la FTC no podrá presentar ninguna prueba que satisfaga su carga”.