
La preocupación por la seguridad en torno a los chats de grupo surge en medio de temores más amplios sobre cómo los datos personales y las redes sociales pueden utilizarse en contra de sus usuarios. Aunque en general se considera que Signal es una opción más segura, como nos han demostrado los asesores de Trump, siempre hay margen para el error humano o los resentimientos ocultos. Una lectora del medio The Cut declaró que su chat grupal, lleno de mujeres con “varias tendencias liberales”, está arruinando su vida debido a desacuerdos sobre eventos actuales: “Si este no es un espacio seguro para desahogarse, entonces, ¿necesito encontrar un grupo de amigos diferente o solo uno menos fácil de ofender?”.
¿Existe la lealtad a través de mensajes de texto?
En The Group Chat, una serie multiparte de TikTok que acumula 72 millones de visitas en sus cuatro entregas, un grupo de amigos se pelea por un cambio de última hora en los planes para cenar. ¿El problema? La usuaria Sydney Robinson, que personifica a Hailey, insiste en invitar a Justin, su novio. Pero nadie lo quiere cerca.
El desacuerdo se desarrolla en el chat grupal y rápidamente se convierte en una tragicomedia, ya que las otras jóvenes se apresuran a encontrar una razón para que Justin no pueda asistir. Al final, dan con una solución: Emily inventa una excusa, explicando que “no se sentiría cómoda” abriéndose con Justin, pero que él es bienvenido a asistir a “cualquiera de las cenas programadas con frecuencia que incluyan novios”. A regañadientes, Hailey acepta.
“Los chats de grupo tienen algunos de los mismos problemas que las redes sociales convencionales”, señala Tim Lampe, director artístico de una empresa de tecnología de marketing en Atlanta. Lampe participa en 10 chats de grupo, muchos de ellos orientados al fandom, en los que la gente se une por su amor a series como The Traitors (Los traidores). Añade que, si algo ha aprendido de los chats, es que cada uno tiene su propósito y que todo el mundo desempeña una especie de papel.
“Quieres que te perciban como una buena persona, a diferencia de las conversaciones que mantienes con un amigo íntimo, en las que eres libre de decir: ‘esta cosa es una mierda’ o ‘esta persona es ignorante'”, describe Lampe.
A pesar de los peligros ocasionales, Linnemann sigue creyendo que los chats de grupo son intrínsecamente buenos:
“Probablemente sea mi mecanismo de comunicación más importante. Obtengo lo que antes obtenía de Twitter, pero en una comunidad pequeña”.
Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Alondra Flores.