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Los señores feudales de Silicon Valley ya están creando sus propias ciudades-Estado

El hombre sin camisa, con máscara y capa doradas, tiene planes de dirigir su propio país algún día. Aún no tiene una ubicación, pero será un paraíso de “experimentación médica” impulsado por criptomonedas e inteligencia artificial, lleno de personas que quieren “hacer que la muerte sea opcional”, asegura.

Por ahora, sin embargo, dirige un rave con escasa asistencia en el segundo piso de un edificio de oficinas de San Francisco. Un DJ pone música en un extremo de un salón abierto. Un puñado de personas se mueve y salta en el espacio habilitado como pista de baile. Son las 10 de la mañana. En una mesa cercana se sirve café con muchas leches alternativas.

El hombre de la máscara es Laurence Ion, un programador rumano. Tras ganar una competencia de Google Code-in cuando era adolescente, trabajó para varias startups y se convirtió en lo que él describe como “financieramente libre”. Hace cuatro años, Ion ayudó a lanzar VitaDAO, una organización descentralizada para financiar la investigación sobre la longevidad, que atrajo financiamiento de Balaji Srinivasan, antiguo fundador de una empresa de biotecnología y ejecutivo de Coinbase, y de la división de capital de riesgo de la farmacéutica Pfizer. A sus 31 años, Ion forma parte de un grupo de autoproclamados constructores del futuro entre los que se encuentra Vitalik Buterin, el multimillonario cocreador del protocolo Ethereum.

Estado-nación vs. Estado-red

Ion ayudó a organizar Zuzalu, la ciudad pop-up de Buterin para “prolongadores de la vida” en un resort de Montenegro, y otra ciudad pop-up llamada Vitalia, en una isla de la costa hondureña. Para su último proyecto, Viva City, Ion reservó este edificio de oficinas de 16 pisos en Market Street. Fue la sede central de Burning Man, se convirtió en un WeWork y, posteriormente, en Frontier Tower. Durante seis semanas entre junio y agosto, la torre fue el escenario del programa Viva Frontier Tower, donde Ion y sus “ciudadanos” se dedicaron a desarrollar vínculos en torno a la prolongación de la vida y a experimentar con blockchain, criptomonedas e inteligencia artificial.

El ambiente en Viva City es más de campamento de verano que de ciudad-estado. Pero en un discurso dirigido al centenar de asistentes durante el primer día de un boot camp de fin de semana, Ion subraya lo personal que es para él el proyecto. “Pasé mucho tiempo en hospitales”, recuerda. Nació con una enfermedad llamada ‘osteocondromas múltiples’, que provoca tumores óseos que suelen ser benignos pero pueden ser dolorosos. “Sé lo que es sentirse frágil, y no quiero seguir sintiéndome así con la edad”.

Esperar a que los gobiernos lo ayuden a aliviar su sufrimiento es una forma de pensar antigua. “Me di cuenta de que sería más rápido crear una ciudad que pasar por la FDA”. Para ello, dice Ion, Viva City ofrece una “recompensa”: dos millones de dólares a quien ponga en contacto al grupo con un político, en cualquier parte del mundo, que pueda ayudarlos a adquirir los terrenos y aprobar las leyes para establecer su propia jurisdicción especial. En Viva City no se aplicarán los largos procedimientos de aprobación y las típicas normas sobre biotecnología y tratamientos médicos experimentales.

Ion tiene un duro camino por delante, incluso con la recompensa que ofrece, e incluso aceptando la lógica de que crear una ciudad desde cero es más rápido y eficaz que un ensayo clínico. Para empezar, tiene mucha competencia. Con la ayuda de un manual literal para atraer a las comunidades online en la nube y establecer territorios reales y físicos (el libro de Srinivasan de 2022, The Network State), un número cada vez mayor de personas adineradas del sector tecnológico están tratando de construir nuevos enclaves en los que ellos establecen las reglas. Esto, en cierto modo, resume el 2025. Para algunas de las personas más ricas y poderosas del planeta en la actualidad, la división política que importa no es la derecha o la izquierda, los demócratas o los republicanos, sino el Estado-nación frente al Estado-red (network state).